miércoles, 15 de julio de 2009

Las “Claves” de las Enzimas es el desprender los Nutrientes de los Alimentos.

Por: Dra. Beatriz Mtz.

¿Cómo es que el alimento se desintegra en nutrientes suficientemente pequeños, para ser absorbidos y utilizados por sus células? La respuesta a esto es la digestión, el proceso por el que los alimentos complejos (proteínas, carbohidratos y grasas) son transformados en sustancias más simples (aminoácidos, azúcares simples y ácidos grasos, respectivamente). La digestión, la segunda de las seis etapas de la nutrición, comienza en la boca masticando. Y finaliza en los intestinos tan pronto como las enzimas terminan la preparación de los nutrientes para su absorción en el torrente sanguíneo y su subsecuente circulación a través del cuerpo según se requiera.

Las funciones de las enzimas como biocatalizadores, inducen a cambios químicos en otras sustancias, mientras que las enzimas permanecen sin experimentar cambios. Células especiales en el páncreas crean enzimas que actúan en los intestinos y las secretan en el quimo (alimentos parcialmente digeridos en el estómago). Estas enzimas hacen su trabajo en los intestinos digiriendo alimentos complejos en bloques más pequeños.

Así como las llaves son necesarias para abrir puertas, las enzimas intestinales son requeridas para liberar nutrientes de los alimentos de manera que éstos se absorban y utilicen en el cuerpo. Tres tipos de enzimas deben estar presentes para llevar a cabo la digestión:

- Proteasas, que transforman proteínas en aminoácidos.
- Amilasas, que transforman carbohidratos en azúcares simples.
- Lipasas, que transforman lípidos (grasas) en ácidos grasos.

Si alguna de estas enzimas no existe en una cantidad suficiente, la digestión no se puede llevar a cabo satisfactoriamente.


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