lunes, 13 de julio de 2009

La Digestión es la segunda de seis etapas de la nutrición.

Por: Dra. Beatriz Mtz.

La Digestión es el proceso por el cual los alimentos complejos son transformados en sustancias más simples que el cuerpo utiliza para producir energía y para construir tejidos. El proceso comienza con la masticación y termina con la absorción, la tercera etapa de la nutrición, comienza cuando los son nutrientes pasan a través del fondo de los intestinos y termina cuando entran directamente al torrente sanguíneo. Sin una cantidad suficiente de ácido y enzimas, el proceso de digestión puede llegar al límite de su capacidad y por ello ser incapaz de funcionar debidamente.

El Ácido estomacal y las enzimas trabajan duro para obtener su alimento. El estómago es más que una breve escala de los alimentos que van hacia el tracto digestivo. Cada día, este órgano muscular trabajador, secreta alrededor de dos litros de jugos gástricos, una combinación de enzimas y ácido. El estómago mezcla el alimento digerido llamado quimo.

Las articulas de alimentos grandes son entonces trasformadas en partículas más pequeñas, sobre las que las enzimas actúan para “liberar” el valor nutricional de los alimentos. Toda está preparación en el estómago es esencial para que posteriormente los intestinos absorban los nutrientes.

El Ácido Clorhídrico crea un ambiente que el estómago necesita para que éste lleve a cabo varias funciones. El ambiente estomacal es ácido, debido al ácido clorhídrico (HCI), el cual juega cuatro papeles vitales en el proceso digestivo:

Se necesita para la absorción de calcio, fósforo, hierro, magnesio y vitamina B12. Por ejemplo, una proteína llamada factor intrínseco, se requiere para la absorción de la vitamina B12. Un ambiente ácido es necesario para que la proteína se enlace a la vitamina. Si no hubiese suficiente ácido estomacal, una condición peligrosa llamada anemia perniciosa, pudiera desarrollarse.

Necesaria para comenzar “el proceso de apertura” de las moléculas de las proteínas de los alimentos, de manera que las enzimas digestivas de las proteínas (proteasas) puedan descomponerlas en pequeños bloques (aminoácidos) que el cuerpo pueda utilizar. Este proceso, llamado desnaturalizar, es esencial para una digestión adecuada de la proteína.

Es necesario para activar a la pepsina, una importante enzima digestiva de la proteína que es secretada por el estómago.

Mata bacterias dañinas y a otros microorganismos que entran con el producto alimenticio al tracto gastrointestinal.

Las Enzimas Digestivas transforman al alimento en bloques nutricionales simples. La digestión es el proceso por el cual los alimentos complejos (proteínas, carbohidratos y grasas) son transformados en sustancias más simples (aminoácidos, azúcares simples y ácidos grasosos, respectivamente). Las enzimas digestivas son capaces de inducir cambios químicos en el producto alimenticio sin que ellas sufran cambios.

Las proteasas digieren a las proteínas. La digestión de las proteínas es un proceso largo, comienza en el estómago y finaliza en los intestinos. Mientras que la mayoría de las enzimas
digestivas trabajan en los intestinos, algunas importantes tales como las proteasas que digieren proteínas, son secretadas por el estómago y requieren de un ambiente ácido (pH bajo) para poder trabajar.

Lactasa digiere el azúcar de la leche. La lactosa es un azúcar que se encuentra en la leche y en otros productos lácteos. La enzima digestiva que transforma a la lactosa en compuestos más pequeños que pueden ser absorbidos y utilizados, es llamada lactasa. Si no existe una cantidad suficiente de lactasa en el tracto digestivo, la lactosa no se puede digerir apropiadamente. La lactosa no digerida puede causar malestar intestinal, inflamación, flatulencias, retorcijones y diarrea.


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