lunes, 6 de julio de 2009

El Ajo y otras Verduras Allium (Lilaceas)

Por: Dra. Beatriz Mtz.


EL AJO: ¿“LA ROSA MAL OLIENTE” O “EL SAZÓN DE LA VIDA”?

El ajo ya tiene el poder de salvarnos de la muerte,
se le debe tolerar aunque provoque un aliento
desagradable. (Sir John Harrington en “The En-
glishman´s Doctor”.


Nadie tiene una posición neutral acerca del ajo. Mientras algunos lo valoran mucho por su aroma penetrante, otros lo detestan por la misma razón. La “Rosa Mal oliente” es actualmente un miembro de la familia de las lilas de “olor dulce”. Pertenece al género de las Lilaceas, un grupo de verduras con un olor acre, el cual es derivado de compuestos de azufre que ayudan a la buena salud. Las siguientes verduras son Allium:

- El Ajo (Allium sativum L.)
- La Cebolla (Allium cepa L.)
- El Poro (Allium ampeloprasum L. var. Forum)
- La Cebollana (Allium fistulosum)
- El Echalote (Allium ascalonicum auct.)
- El Ajo Cabezón (Allium ampeloprasum L. var. holmense)
- El Ajo Silvestre ( Allium ursinum)
- El Cebollín (Allium schoenprasum L.)
- El Cebollín Chino (Allium tuberosum L.)
- El Rakkyo (Allium bakeri Regel)


Las verduras Allium han sido muy valoradas a través de los años. Aunque tienen la capacidad de producir efectos socialmente desagradables (mal aliento, eructos, flatulencias, etc.), las verduras allium, especialmente el ajo, han sido valoradas a través de los años como alimentos, especias y medicinas tradicionales en todas las culturas.

Las verduras allium siempre han sido una parte natural de la dieta. En el antiguo Egipto, los en faraones eran enterrados con ajos y cebollas para asegurar el buen sazón de los alimentos después de la vida. Los esclavos que construyeron las pirámides comieron ajos para prevenir infecciones y enfermedades provocadas por parásitos, y para hacerse de fuerza y resistencia. De hecho, las verduras allium estaban dentro de las cosas que los israelitas más extrañaron durante el Éxodo: “Recordamos el pescado, que libremente comíamos en Egipto, y las calabazas y melones, y los poros, cebollas y ajos.” (Números: V 11:5)

Sin embargo la fama mundial que las verduras allium han ganado en la cocina, ha sido sobrepasada en el botiquín de medicinas. Las verduras allium tienen una composición química complicada, y por consecuencia, una variedad enorme de efectos. La habilidad de la cebolla para hacer llorar es un ejemplo, otros son las propiedades antibacteriales, antifungicidas, antitumorales, anticoagulantes y anticolesterol de algunos extractos de ajo y cebolla.

A través de la historia la gente alrededor del mundo, los chinos, egipcios, griegos, hindues, coreanos, romanos, babilonios y vikingos, han usado las verduras allium para acrecentar la salud:

- El Códice Ebers, un papiro médico de los antiguos egipcios, tiene una lista de 22 fórmulas terapéuticas en las que el ajo era usado para tratar problemas del corazón, dolores de cabeza, picaduras, lombrices y tumores.

- En Grecia Hipócrates, el padre de la Medicina, recomendaba el ajo por sus efectos medicinales, y durante los primeros Juegos Olímpicos los deportistas ingirieron ajo como estimulante.

- En la India, en la medicina ayurvedica el ajo era usado tanto como remedio para el corazón como loción antiséptica.

- Los franceses daban ajo y cebolla a los caballos que sufrían de dolorosos coágulos de sangre en las patas.

- Las culturas occidental y oriental han usado el ajo y cebolla para quitar las flemas del sistema respiratorio, quitar los parásitos de los intestinos y ayudar con la digestión.

- Muchas tribus de los indios del norte de América usaban ajo y cebolla para aliviar el dolor relacionado con piquetes de insectos y para prevenir o curar el escorbuto.

Los poderes antimicrobiales de las verduras allium son muy reconocidos. Aún el jugo de ajo muy diluido es capaz de inhibir bacterias, hongos y levadura. Por mucho tiempo el té de cebolla ha sido usado en China para curar la fiebre, dolor de cabeza, cólera y disentería.

En Francia en 1721 dicen que los criminales que fueron obligados a enterrar a las víctimas de una plaga terrible adquirieron inmunidad contra la enfermedad tomando vino que contenía ajo machacado. En 1858 el renombrado científico Luis Pasteur indicó que el ajo y la cebolla eran antibacteriales. Después Albert Schweitzer usó el ajo para tratar disentería amibiana en África. De la misma manera el ajo ha sido usado como un remedio casero en epidemias de tifus, diftería y tuberculosis. Además, en ambas guerras mundiales el ajo fue usado como un antiséptico para prevenir la gangrena.

Los científicos contemporáneos han investigado seriamente las verduras allium, por ejemplo, en 1992 el Instituto Nacional de Cáncer de los Estados Unidos inició in estudio especial de cinco años sobre el ajo y otros alimentos naturalmente ricos en sustancias preventivas del cáncer.

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