Por: Dra. Beatriz Matz.
La lecitina fue primero aislada de la yema del huevo en el año 1850. de hecho, la palabra griega para yema de huevo –lekithos- constituye la base para el nombre de la lecitina.
La lecitina es crucialmente un importante nutriente que se encuadran en cada célula del cuerpo, especialmente como un bloque constructor principal de las membranas celulares.
Debido a su composición química única, la lecitina cuenta con propiedades “emulsificantes” naturales, lo que significa que puede dispersar los lípidos (grasas o aceites) en agua. Dentro del cuerpo, estas capacidades de dispersión de lípidos contribuyen a albergar funciones biológicas vitales o críticas.
LA LECITINA Y LA NEUROTRANSMISIÓN
La lecitina nutricional, es una fracción especial del aceite de frijol de soya que contiene cerca de un 10% de fosfatidil colina puro y un 8% de myo-inositol puro. Estos nutrientes son utilizados para varias funciones a lo largo del cuerpo.
A la lecitina se le ha llamado el “alimento para el cerebro” debido a su alto contenido de fostidil colina. La colina, en forma de acetilcolina, es un neurotransmisor que se ubica dentro del cerebro. De hecho, el cerebro contiene el único y mayor almacenamiento del cuerpo de acetilcolina. Sin la acetilcolina, las funciones primarias del cerebro, tales como la memoria, el pensamiento y el control muscular, no serían posibles.
La acetilcolina es tan crítica para que las funciones cerebrales sean sanas, que si no se le provee de suficientes cantidades en la dieta, el cuerpo recurrirá a sus propios tejidos para extraer la colina o los bloques de colina que necesita.
LA LECITINA Y LA QUIMICA DE LOS LIPIDOS
Aparte de apoyas las funciones naturales del cerebro y a la química de la membrana celular, la lecitina puede contribuir a la estabilidad de los lípidos en la sangre, así como a la digestión en general y a la absorción.
En el torrente sanguíneo, que es agua su mayoría, la lecitina aporte factores lipotrópicos que ayudan a estabilizar los lípidos sanguíneos y a mantenerlos dispersos en la sangre. Son estas capacidades lipotrópicas “emulsificantes” las que han dado a la lecitina su reputación de ser un nutriente “anti-colesterol”.
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