Por: Dra. Beatriz Mtz.
La grasa de pescado es la fuente más rica de ácidos grasos Omega-3 saludables, pero la mayoría de nosotros no consumimos las dos o tres raciones por semana que los expertos recomiendan para poder gozar de una salud óptima.
Los ácidos grasos Omega-3 ayudan a que los tejidos y órganos de l cuerpo trabajen de una manera óptima, situación que es más notoria en el funcionamiento del corazón, vasos sanguíneos, cerebro, nervios, ojos, piel y articulaciones.
Los ácidos grasos Omega-3 pueden prevenir la sobreproducción de sustancias que causan inflamación y que contribuyen a la aparición de artritis, dolor menstrual, psoriasis, intestino inflamado y de otros padecimientos.
Los ácidos grasos Omega-3 cruciales para el desarrollo del cerebro y ojos de los niños, se encuentran naturalmente presentes en la leche materna. Los niños cuyas madres consumen alimentos ricos en ácidos grasos omega-3 poseen niveles más altos de estos ácidos, que aquellos cuyas madres no consumen alimentos ricos en ellos.
Aquellas personas a quienes no les gusta el pescado, pueden obtener, a partir de suplementos, los ácidos grasos omega-3 necesarios para gozar de una salud óptima.
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