Por: Beatriz Martínez
La interrelación y la actividad de cientos de nutrientes que supuestamente obtenemos de nuestra alimentación, son procesos tan complejos que dificultan cualquier explicación razonable. Mientras más profundizan los científicos e investigadores en las áreas desconocidas de la bioquímica humana, ésta se vuelve más compleja.
Los nutrientes individuales juegan roles por sí mismos e interactúan con otros nutrientes en la superdinámica red de reacciones bioquímicas que constituyen lo más grandioso de la existencia: el cuerpo humano. Un hecho simple que, sin embargo, sigue vigente es que “Usted es lo que come”. Tanto la estructura como muchas de las funciones del cuerpo dependen de los nutrientes. Ofrezca a su cuerpo una abundancia de esos nutrientes y éste lo recompensará con vitalidad y con una larga y saludable vida. Si no lo hace, la apuesta está perdida. Todo lo que estamos aprendiendo nos indica que todo empieza muy temprano; desde la concepción y continúa durante toda la vida.
El exceso de alimentos erróneos marca el camino de las enfermedades…
La típica dieta del “estilo occidental” es aquella que se caracteriza por ser alta en carnes, grasas, granos refinados, alimentos procesados, rápidos y convenientes, y postres. Es ampliamente reconocida como una dieta de excesos y deficiencias, demasiadas calorías y carente de buena nutrición. Este patrón dietético se ha relacionado con un mayor riesgo de desarrollar enfermedades.
Un nuevo estudio, publicado el 15 de Agosto de 2007, en el Diario de la Asociación Médica Americana Vol. 298, número 7, págs. 754 a la 754, subraya y enfatiza claramente el riesgo de salud que representa la dieta estilo occidental.
A través de observar a las personas que tenían riesgo de recurrencia de cáncer colorectal, los investigadores del Instituto de Cáncer Dana-Farber, en Boston, demostraron que los pacientes que padecen este tipo de cáncer y que seguían dietas estilo occidental eran 3.3 más susceptibles de tener recurrencia o muerte que los pacientes con menor apego a esta dieta. Las recomendaciones son: una dieta rica en frutas, vegetales, pollo y pescado.
Otra de las voces que advierten sobre las consecuencias de la dieta estilo occidental es el mundialmente reconocido investigador y pediatra, Dr. Robert Lusting, de la Universidad de California, San Francisco. Durante una conferencia sobre salud, el especialista dijo que las investigaciones demuestran que la dieta estilo occidental constituye un “ambiente tóxico” que es una causa directa de la epidemia de obesidad, particularmente en los niños, ya que crea desequilibrios hormonales que llevan a las personas a comer más de lo que necesitan.
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