Indigestión provocada por insuficiencia de Lactasa

Por: Dra. Beatriz Mtz.

En algunos individuos, las células que existen en las paredes del intestino delgado, no producen lactasa, la enzima que digiere la lactasa, la enzima que digiere la lactosa (azúcar de la leche). La condición resultante, la intolerancia a la lactosa, se caracteriza por diarrea, flatulencia, inflamación y molestias abdominales después del consumo de leche y otros productos lácteos.

Los síntomas gastrointestinales que se presentan luego del consumo de lactosa por la lactasa, parece no presentarse en individuos que han ingerido yogurt y otras leches fermentadas. Los lactobacilos utilizan a la lactosa en su producción de ácido láctico, así que las leches fermentadas contienen menos lactosa que las no fermentadas. Adicionalmente, los lactobacilos son capaces de producir enzimas responsables de la descomposición de la lactosa.

CONDICIONES NUTRICIONALES. Los lactobacilos mejoran la habilidad del organismo del anfitrión para aprovechar los alimentos. Gran cantidad de estudios con animales han demostrado que, comparados con animales alimentados con productos lácteos no fermentados, aquellos que fueron alimentados con productos fermentados con lactobacilos, tales como el yogurt, kefir, leche fermentada, y suero de leche cultivada, crecieron más y utilizaron mejor los nutrientes de sus alimentos.

Los productos lácteos acidificados, son de mayor importancia para el cuerpo que la leche común. Los productos lácteos cultivados poseen mayores niveles de vitaminas y minerales específicos, al igual que mayor número de proteínas y carbohidratos más digeribles. Por ejemplo, los lactobacilos producen vitaminas B y enzimas que contribuyen a la descomposición de proteínas, grasas y lactosa. Además la biodisponibilidad de calcio, zinc, hierro, manganeso, cobre y fósforo es más alta en el yogurt que en la leche.

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